Las puertas correderas, que se deslizan en paralelo a la pared, son grandes aliadas del espacio y permiten comunicar estancias, sumar metros y mejorar la luminosidad de una casa, como ya comentamos en anteriores publicaciones . Asimismo, permiten crear espacios nuevos, estancias vivas y adaptables, así como influir en el diseño de una habitación.

Las puertas correderas convencen por su estética, ahorran espacio y permiten vivir sin barreras. Las encontramos en diferentes formas y modelos, en acabados distintos y con tiradores normales o encastrables. Si queremos seguir ganando espacio lo mejor es utilizar un encastrable.

Los tiradores encastrables no sobresalen, no ocupan espacio en la estancia, se adaptan perfectamente a la puerta, otorgándole todo el protagonismo, y son muy cómodos de usar. Aunque son discretos, eso no tiene por qué conllevar que no pueden tener un diseño potente.

Prueba de ello son los tiradores encastrables de la firma española Didheya, cuyos diseños no dejan indiferente a nadie. A continuación, vamos a centrarnos en algunos de ellos.

El tirador I-4258 de Didheya, disponible en los acabados acero o negro, tiene un diseño único. A diferencia de la mayoría de los modelos que hay en el mercado, este tirador encastrable es de formato apaisado. Desarrollado y diseñado en Didheya, facilita la acción de apertura deslizante ya que la mano realiza un movimiento más natural, menos forzado y más intuitivo.

Por otro lado, el tirador I-4257 también destaca por su forma, aún más diferente. La silueta de este modelo viene definida por una combinación de volúmenes vacíos y llenos. Un lenguaje utilizado habitualmente en escultura y arquitectura trasladado al diseño este tirador.